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lunes, 11 de noviembre de 2019

Sergio Racanati: “UN PUNTO EN EL SUR”

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

Las fotografías, videos y performance expuestos por Sergio Racanati (Bisceglie, Italia, 1982), en Casa José Figueres Ferrer, San José, Costa Rica, enmarcan el concepto “UN PUNTO EN EL SUR”, iniciativa presentada por La No Bienal. Observa -según informa el curador Yamil de la Paz García en el estado del evento-, una reflexión social y política pensada desde el Sur del mundo, y agrega: 
Con una mirada casi etnográfica, identifica y aborda diversos temas: la sociedad, la política, la ecología, la ciudad, los medios de comunicación y las maneras de comunicarnos. Partiendo de su interés por las ciencias sociales, los hechos históricos, la cultura popular y los mass media, evidencia posibles cartografías de la sociedad post-global a partir de los rasgos culturales propios de los territorios ubicados al Sur”. 

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

DARKNESS: Hermetismo e (in)consciencia
Apreciar arte contemporáneo, y, en particular el performance, implica elaborar una lectura de registros y estratificaciones fundamentadas por el artista para animar lo colectado y estructurar los contenidos a expresar. Se servirá de objetos, materias, e incluso, antimaterias liberadas del entorno, en tanto son un campo visual que constriñe el mercado, tratándolos cual si fueran desperdicios de la industrialización y sociedad de consumo como la actual, que descarta y acumula, a veces sin saber qué hacer con ese carácter de inmundicia. Hasta ahí se deja engullir el artista para avistar hacia nuevos territorios para la creación, y que en el caso de esta muestra componen un mural de vestigios fotográficos adosadas a la pared de la sala expositiva; son puntos de inflexión para reflexionar sobre el poder e identificación de posibles escenarios para el abordaje críticos ambiental y ecológico.

Algo así ocurre con el tercer mundo o periferias; son zonas geográficas en los mismos países industrializados que polarizan y enfrentan severos choques o dependencias, como los conflictos Norte-Sur, entre otros ejes en tensión que para avistarlos, necesitamos del pensamiento crítico inherente al artista.

Sergio Racanati. Un Punto en el Sur, múltiple fotográfico. Fotos cortesía de La No Bienal.

La acción como práctica artística
Pero también a ese carácter de creación visual la pueblan voces, palabras, gritos, saltos, jadeos, ensortijamiento del cuerpo comunicante que acude a gestos no verbales, distancias y movimientos en la teatralidad de la obra de arte contemporánea avistados como territorios. La actual no es una obra inerte, ésta respira y acrecienta con la mirada del público, que la observa para también desgalillar desde lo más adentro de su posición “deseante”, porosa, pulsional, un grito desesperado que concientice acerca de la situación focalizada.

Suma a este modelo de actuación creativa, y en el caso de Sergio Racanati, las proyecciones que acompañan ese caudal de reminiscencias colectadas como insumos para entroncar con los significados y esclarecer la dimensión del conflicto. Con ello imbrica un prospecto único, quizás efímero, o que (des)aparece al ser develizado ante el público en la sala, galería o museo, pues estos lugares no son los mismos, y los flujos de actuación requieren ser hilados desde sus distintas posiciones. 

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

Trama de enfrentamientos
Habrá tantos sures, como nortes existan y un artista intentando rescatar su propia posición en el tablero político. Paradigma que me conecta a la visión del uruguayo Joaquín Torres García en 1943, con todo y las contingencias que implica el concepto de invertir o darle vuelta al mapa del cono Sur, para repensarlo y reinventarlo desde otras posiciones y beligerancias geopolíticas, sociales y culturales. Simbolismo para una Latinoamérica que ya en esos años producía un arte consistente, que había tomado la batuta equiparándolo con el que se exhibía en centros como Nueva York y París.

Entonces, como en la visión del retorno heraclitiano: todo cambia, todo se transforma, pero al mismo tiempo permanece, en ese trazo de la realidad van a ser leídas las problemáticas sociales, medioambientales, variables económicas, (des)engranaje político, neohegemónico y del filibusterismo moderno. Lo que bordea la influencia y perspectiva que el artista cuestiona con su discurso y lenguaje, matizando su disenso con su poesía interior, grados de extrañamiento y obscuridad emocional, relativos al plano de confrontación intrapersonal.

La oscuridad -comenta Racanati-, describe la desidentificación como una estrategia utilizada para sobrevivir en una sociedad de supremacía de poder: una forma de lidiar con la ideología dominante que no identifica y / o intenta oponerse a tales estructuras. Es una modalidad que busca transformar la lógica cultural desde dentro implementando cambios estructurales permanentes y al mismo tiempo evaluando la importancia de las luchas locales o diarias por como resistencia a tales confrontaciones”(Racanati, S. Sinopsis de Darkness, 2019)

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

Retorno a la reinterpretación
Hoy en día, en esa visión simbólica, hay luces e intermitencia, silencio-rumor, luminosidad-oscuridad, son una capa que va a ser retejida al sobreponerse con otras, y cuya resultante transparenta la memoria histórica con que se reescribe el acontecer. Como dije, son el lienzo donde se traza a sí misma la sociedad y cultura urbana -como el dibujo de Escher aquel, donde una mano se dibuja a sí misma-, vicisitudes del habitante intentando regenerar impactado por las contingencias y embate de la incertidumbre. De pronto, ante esta construcción del imaginario y criticidad, el observador se ubica en la deriva situacional, dejándose ir con el no saber hasta el corazón del planeta. 

Clamores de la (In)consciencia 
En la primera parte del performance, el artista repite insistentemente la frase: “La fotografía es lo único que tengo”, y lo hace marcando distintas distancias y  territorialidad con gestos bajo una atmósfera donde la luz apaga y enciende, continuum que lleva el pulso o fractal del tiempo. Grita, calla, canta, jadea, habla, vuelve a gritar la frase que me provoca rememorar los inicios de la fotografía, precisamente a sus cultores Niepce y Daguer, quienes en vida, jamás nunca imaginaron los limites a los cuales ésta sería llevada, a tocar los bordes de un conceptualismo fiero, práctica artística de finales de la segunda década del siglo XXI y tercer milenio. La imagen resulta un pulso con la (i)realidad, con lo psicológico, sociológico -y no solo de artistas sino también del público-. en tanto comprende y da significado a las interrogantes que filtra el ego, o punza la sombra arrojada al sitio donde se crea, como en el caso analizado, la creación performativa. 

Sergio Racanati. Un Punto en el Sur, múltiple fotográfico. Fotos cortesía de La No Bienal.

Cuando éste como un ser sensible admite ubicarse en lo más profundo del territorio, y es catapultado por “las fuerzas energéticas del SUR”, tal y como él mismo comenta:
Me llené de coraje y cambié la rueda. Reconquisté mis ritmos, mis meditaciones, mis reflexiones…”
Y en una especie de manifiesto, lo cual me golpea emocionalmente, pero lo apoyo, complementa:
“El SUR es una especie de duelo eterno entre vos y lo existente, entre vos y lo contingente.
Estoy particularmente interesado en las marginalidades, en los territorios liminales, en las periferias, en los sistemas de descentramiento del capital cognitivo: y entonces elegí re-posicionarme en el SUR.”

Poética del hermetismo
Apagar la luz es morir-renacer, enciende la alarma al percatarse de la (in)movilidad, o de que ya no estamos amarrados a nada ni nadie. Accionar la sombra u oscuridad permite ubicarse en esa profundidad donde se disparan las discrepancias y acrecientan los disensos. El artista lo define de una mejor manera:
“La oscuridad describe la desidentificación como una estrategia utilizada para sobrevivir en una sociedad de supremacía de poder: una forma de lidiar con la ideología dominante que no identifica y / o intenta oponerse a tales estructuras. Es una modalidad que busca transformar la lógica cultural desde dentro implementando cambios estructurales permanentes y al mismo tiempo evaluando la importancia de las luchas locales o diarias por la resistencia”. (Racanati, S. Sinopsis de Darkness, 2019)

Sergio Racanati. Un Punto en el Sur, múltiple fotográfico. Fotos cortesía de La No Bienal.

El hermetista siciliano Salvatore Quasimodo (1901–1968), en su célebre poema “E súbito e sera”, publicado en 1930, refiere a lo más profundo de la caverna -útero del mundo-, donde nos encontramos ensortijados por la memoria y traumas del nacer – morir - renacer. Un sujeto que podríamos ser cualquiera de nosotros, se ve a sí mismo clavado al corazón de la tierra por un rayo de luz. Pero de pronto la oscuridad lo desvanece, por lo tanto, aquel ser no sabe qué hacer ante el grado de libertad que las oscuridades le deparan, y ofuscado ante la inminente muerte. 

“Ognuno sta sul cuor della terra,
trafitto da un raggio di sole:
ed è subito sera.”
 (Quasimodo, 1930) 

Son tres espacios claves para reflexionar sobre la contingente condición humana, y ante brevedad de la existencia, tales como la soledad, el grado de libertad que impele a buscar felicidad, pero también, situación para repensar la última instancia, cuando tras la belleza asoma el hacha del verdugo.

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

En el segundo tiempo del performance el personaje golpea los muros de esa caverna o cripta donde se encuentra en penumbras y a la deriva, como para romper la angustia que le provoca intentar derribar el muro del mundo, la muralla de la sociedad, la dicotomía Norte-Sur, con todos sus condicionantes que coartan la libertad conquistada -en el Sur-, y aunque suene paradójico: la contradicción de las sombras y por ende la muerte. En este pasaje la dominante la constituye las texturas sonoras, ensordecedoras, aturden con el golpeteo incesante e igual la visión se ve afectada por el parpadear de las proyecciones en la pantalla. Es un paisaje tenso donde aportan las fotografías del mural expuesto en la sala en la cual aparecen objetos, carnes, figuras, paisajes, edificaciones, máscaras, marionetas, todo un rencuentro con la materialidad y la semiótica del objeto.

Y en el tercer tiempo, a manera de epílogo, el autor retorna al inicio y vuelve a pronunciar aquella frase empedernida, que exacerba la tensión y el agotamiento: “La fotografía es lo único que tengo”… Consumado, el hombre decae y su cuerpo se vuelve sombra y recrudece la tormentosa oscuridad. Tremenda percepción la de Sergio Racanati, para hablar, repito, de vida - muerte -renacer. Pienso que me faltaron algunos simbolismos más relacionados con los elementos terrestres, como sumirse en las aguas que devuelvan a la vida, el fuego, el viento, que nos consuman aún más. 

Sergio Racanati. Darkness, performance. Fotos cortesía de La No Bienal.

El proyecto DEBRIS 
Se coproduce con el apoyo de la Fundación SoutHeritage para el Arte Contemporáneo / Matera, una institución sin fines de lucro para la promoción, producción y difusión del arte contemporáneo en múltiples contextos y a través de los canales más diversos. Al mismo tiempo se coproduce con CAPTA, Centro Arte Paisaje Territorio-tecnología y Medioambiente.

La perforamance DARKNESS de Sergio Racanati fue premiada por la PROGRAMMAZIONE INTERNAZIONALE DELLA SCENA TEATRALE E COREUTICA PUGLIESE 2019 - propuesta de proyecto presentada por el Teatro Público Pugliese, el consorcio regional para las Artes y la Cultura y por la Región de Puglia, el Departamento de Turismo e Industria Cultural y la Compañía AltraDanzastudio © por Domenico Lannone.